Pasaste meses enteros planeando este día. Te imaginaste el día perfecto: cielo azul, nubes de algodón, perfecta iluminación para las fotos, gente tirando semillitas en el jardín alrededor de la iglesia/templo/o cualquier opción elegida para que los pajaritos bajen a comer justo cuando te sacás las fotos, mientras todos están con cara de asombro y felicidad para la suelta de mariposas … Entonces, justo en ese momento, la realidad te despierta y la madre naturaleza muestra “quien está al mando”, abriendo el cielo para la peor de las lluvias !!! Todo se complica cuando tu pelo se vuelve inmanejable. Los zapatos divinos corren riesgo de estropearse. Y todas las opciones de fotos exteriores del día se ven seriamente comprometidas y limitadas. Socorro !!
Sin ánimos de entrar en clima de calamidades, salvo que te cases en pleno desierto, el hecho es uno sólo: no hay garantías meteorológicas.
Sin embargo, no todo está perdido! Una actitud positiva, y un buen planeamiento pueden sin lugar a dudas ayudarte a reducir el impacto climático en tu fiesta.
Primero que nada: actitud positiva. Pensá esto: que llueva el día de tu boda puede ser un anuncio de buena suerte. Es más, en algunas culturas la lluvia presagia buena fortuna, y representa la transición de un estado al ingreso del matrimonio. En las culturas sajonas e hindúes, donde el matrimonio está representado por un lazo anudado, sostienen que un nudo mojado es más difícil de desatar. La lluvia también es símbolo de fertilidad y prosperidad entre los pueblos agricultores. Pueblos que tienen ingresos basados en su producción de granos, y relacionan eso con un largo y feliz matrimonio !! Ok. Está bien, resulta ser que no sos supersticiosa. Entonces, en ese caso, planificación profesional y con suficiente tiempo son la clave del éxito. Sonará obvio, pero siempre tenés un plan B (opción lluvia) conversado con tu wedding planner. Lluvia el día de la boda va más allá de tener listos muchos paraguas para repartir entre la familia y amigos. Significa haber revisado todo lo planeado, e imaginarlo bajo una lluvia torrencial.
Fotos: la lluvia no tiene por qué arruinar las oportunidades fotográficas. Es más, los colores intensos pueden agregarle calidad a cada toma. Charlá con tu ambientadora para tener listos props (en mi caso los uso para agregarle momentos divertidos a las cabinas de foto y video) y sumarle color a las tomas exteriores, siempre a reparo del clima pero bajo la luz natural.
Ropa: enfrentemos los hechos. Ni tu vestido ni tus zapatos, ni los de las damas de honor (si es que ten animás a marcar tendencia e invitar a tus amigas!!) van a disfrutar la lluvia. Pero un par alternativo o unas lindas botas de lluvia pueden bien servir para darle un toque gracioso al momento y atravesar las mojadas calles del lugar. Para la mayoría de los eventos con lluvia, la abundancia de paraguas puede ayudar. En caso tengas programado dar el sí en temporada de lluvias (aunque hoy en día el clima es tan incierto …) por qué no charlar con tu ambientadora y encargar algunos paraguas coloridos para la ocasión? Es una opción de último momento que podemos solucionar sin problemas.
Caminatas: si el lugar donde te casás o desde donde te casás hasta el salón requiere que te traslades por exteriores, asegurate de identificar las zonas resbaladizas de modo de evitarlas, llegado el caso.
Eventos al aire libre: cuando planeás una boda al aire libre, nunca está de más contemplar la posibilidad de alquilar una carpa como plan B. Como ambientadora, lo recomiendo. Trabajo con un proveedor de calidad que nunca me falla en el armado y entelado. No dudes en consultarme al respecto.
Más allá del clima, nunca dejes de sonreír. Es tu día. Querés que sea perfecto, y así será. Unas cuantas gotas de lluvia no van a arruinar el momento. Y menos si te organizás con tiempo !!!
Cariños,
Marcela
