Durante el verano
porteño, temporada en la que normalmente baja el nivel de eventos sociales,
varias personas me preguntaron cuáles son mis plantas favoritas dado que en
casa, quienes vinieron lo pudieron apreciar, soy una auténtica “rescatista de
la vida verde”. Sinceramente estoy convencida que al igual que cualquier flor, un
toque de estilo personal, léase elegir el recipiente, maceta o cesto correcto
de acuerdo al ambiente elegido, logran que cualquier planta pueda verse divina,
incluso estando toda debilucha o en plena recuperación.
Ejemplos abundan. Elegir
viejas latas de té, o cubrir con un lindo papel las latas de conservas en
desuso, son perfectas para ubicar plantines de aromáticas en las cocinas.
Las tazas que heredamos de las tías o bien esa
divina que encontramos en una tienda de antigüedades pueden ser perfectas para
las suculentas, dado que las necesidades de riego de estas especies nos
permiten jugar con recipientes no convencionales.
En cambio, si la idea es un helecho o una planta
con flor como el geranio, cualquiera sea la variedad, siempre es conveniente ir
cambiando el recipiente para acompañar el crecimiento de la planta. En casa el
look general es una mezcla vintage-boho chic. Para eso, mi elección pasa
generalmente por viejas soperas compradas en tiendas de antigüedades, alguna
tetera de porcelana de mi mamá que ya no cuente con tapa, o bien – algo que me
encanta para exterior – recipientes de zinc.
Mi siguiente desafío es
cambiarle la cara a mi baño, actualmente todo azul y celeste, pero con mucha
luz natural. Pero eso es algo que veremos en un post futuro. Por ahora, a
seguir cuidando nuestras plantas. Saludos a todos!
Marcela